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El Norte y el Sur

En la década que va de 1850 a 1860 el Sur de los Estados Unidos sufría una serie de divisiones que a la postre reforzaban la idea de que sin la esclavitud el Sur no tenía futuro. Una de las divisiones fue la ocurrida entre las regiones costeras y el profundo Sur. En ese profundo Sur la mano de obra esclava se hizo imprescindible para el mantenimiento de sus nuevas máquinas. A las regiones costeras también se le hicieron imprescindibles los esclavos pero para venderlos, a alto precio, a las regiones profundas del mismo Sur. Era una época donde la costa sureña criaba esclavos fuertes y sanos para poder hacer el negocio con un Sur profundo necesitado de mano esclava, haciendo recíproca esa necesidad. The Pro Slavery Argument, libro de Thomas R. Dew, decía en 1852 que “Virginia es un estado productor de negros para otros estados: produce lo que necesita y, además, 6000 esclavos más al año para venderlos”.

Siguiendo con las divisiones había que tener en cuenta un dato del Sur: casi 7 millones de blancos, de una población de 8 millones, no tenían esclavos. Por lo tanto para un alto porcentaje de sureños la cuestión de la esclavitud no le afectaba de manera directa. Ese dato provocó, a pesar de todo, que esos blancos sin esclavos estuviesen a favor de la esclavitud ya que una liberación de esclavos podría provocar una competencia por los puestos de trabajo. No nos olvidamos de ese mismo sentimiento, con sus matices, en el Norte donde muchos obreros veían a los negros como una raza que robaría trabajos al acceder a hacerlos cobrando miserias (menos de lo que un blanco podía aceptar). 

El tema de la esclavitud fue una de las chispas pero no la única que causó el desastre. Hay que tener en cuenta que los dos bandos de la Guerra Civil “estaban convencidos de que defendían una causa moralmente justa”. Entre otras causa había que destacar que Estados Unidos no era una nación realmente unida. En el Sur, pero también en algunos sectores del Norte, estaban convencidos que el Gobierno Federal no tenía que pintar nada en la política de los Estados. 

En otro orden de cosas, en el Norte ya se estaba instaurando un sentimiento antiesclavista que hacía mucho ruido sobretodo por los pocos que lo violentaban. De los ruidos no violentos estaba la publicación de La Cabaña del Tio Tom, entre otros relatos, que influenciaron a la población norteña de “las miserias de la esclavitud”. Pero eso no era motivo suficiente para crear un sentimiento de querer ir a la guerra contra al fin y al cabo “los hermanos del Sur”. La falsa sensación que recibía el Sur sobre “los abolicionistas del Norte”  provocó que el Sur se empezase a temer lo peor: que el Partido Republicano, muy federalista, ganase las elecciones de 1860. Y eso ocurrió… Lincoln ganó sin conseguir ni un solo estado sureño.

El XVI presidente de los Estados Unidos de Norteamérica

(Hodgenville, EE UU, 1809 – Washington, 1865)

Político estadounidense. Abraham Lincoln nació en el seno de una familia de colonos cuáqueros. Durante su infancia y su juventud, marcadas por la pobreza de su familia, recorrió el Missisippi y vivió de cerca las condiciones infrahumanas que padecían los esclavos negros.

Abraham Lincoln tenía veintitrés años cuando dejó la granja donde trabajaba para combatir como soldado raso en la guerra contra los indios. Mientras tanto, emprendió su formación autodidacta y hacia 1836 logró licenciarse en derecho. Dos años antes, su actitud contraria a la esclavitud lo había conducido a intervenir en política, lo que le valió su elección como diputado de Illinois para el período 1834-1842. Merced a su defensa de mejores condiciones de vida para los negros y a su gran elocuencia, logró una gran popularidad en todo el estado.

En 1846 Lincoln alcanzó la jefatura del partido Whig, y como diputado del Congreso federal apoyó a los abolicionistas de Washington. Sin embargo, su decidida oposición a la guerra contra México, a cuya finalización obtuvo los territorios de Alta California, Nuevo México, el norte de Sonora, Coahuila y Tamaulipas y la anexión definitiva de Texas, le hizo perder muchos votos, y fracasó en las elecciones senatoriales de 1849.

Decepcionado, Lincoln se retiró de la política y durante seis años trabajó como procurador. Su regreso a la vida pública se produjo en 1854, cuando la cuestión de la esclavitud volvió al plano político a raíz de que la Kansas-Nebraska Act propugnara extenderla a los estados del noroeste. Si bien él inicialmente no apoyaba la abolición de la esclavitud en los estados en los que ya existía, sobre todo en los del sur, se oponía a que se instaurase en aquellos otros en los que no estaba autorizada. Particularmente célebre por la vehemencia de su verbo y la solidez de sus argumentaciones fue su discurso antiesclavista Peoria, en 1854.

Comprometido con la causa contra la esclavitud, Lincoln se afilió al Partido Republicano dos años más tarde. Derrotado de nuevo en las elecciones al Senado de 1858, la intensidad de la campaña antiesclavista y los duelos dialécticos que mantuvo con el candidato demócrata Stephen A. Douglas, elegido en la ocasión, le devolvieron la popularidad perdida. La moderación de sus posiciones fue decisiva para que en 1860 la convención republicana de Chicago lo eligiera candidato a la presidencia en detrimento de William H. Seward, representante de los abolicionistas más radicales.

  • Millard Fillmore (1850-1853)
  • Franklin Pierce (1853-1857)
  • James Buchanan (1857-1861)
  • Abraham Lincoln (1861-1865)
  • Andrew Johnson (1865-1869)
  • Ulysses S. Grant (1869-1877)
  • Rutherford B. Hayes (1877-1881)
  • James A. Garfield (1881)
  • Chester A. Arthur (1881-1885)
  • Grover Cleveland (1885-1889)
  • Benjamin Harrison (1889-1893)
  • Grover Cleveland (1893-1897)
  • William McKinley (1897-1901)

LA GUERRA CIVIL

Los contendientes

Durante la Guerra Civil no quedaron delimitadas las líneas entre los Estados que se separaron y los que permanecieron en la Unión. La mayoría de la gente se unió con los suyos, los más cercanos. El ejército de los Estados Unidos estaba divido, había oficiales del Sur que comprendieron que debían defender lo suyo, mientras que otros comprendieron que la Unión era la Sagrada causa de un Estado republicano y democrático. Es llamativo el caso de Robert E Lee, abominaba de la esclavitud y cuestionaba los derechos de secesión, pero al ofrecerle el mando en las filas de la Unión lo rechazó, pues según él “no podía levantar su espada contra la tierra que lo vio nacer”. La mujer de Lincoln perdió tres parientes de las filas de la Confederación, la mujer de Davis tenía familia en las armas de la Unión. Estos casos se dieron en cada casa de los Estados Unidos, fue verdaderamente una guerra de hermanos divididos. Hay que señalar que una de las curiosidades del conflicto, era la confraternización entre contendientes antes de una batalla. Solía ser común tener un familiar o amigo del otro lado.
La guerra se planteaba de la siguiente forma. El Norte para restablecer la Unión debería conquistar el Sur, debía conquistar un territorio tan amplio como Europa occidental, de ahí que la Guerra tomara aires de Cruzada según la propaganda del Norte. Además fue Cruzada pues el conflicto no podía acabar con la una salida negociada pues sino esto hubiera supuesto una victoria del Sur, había que acabar con cualquier resto del Gobierno Confederado y de su Ejército. Por tanto para la Confederación debía de defenderse. La Confederación territorialmente era grande, estaba mal dotada de carreteras. El Norte tendría que mantener largas líneas de comunicación, avanzadas en territorio enemigo. La invasión del Norte por parte de la Confederación era imposible, esto explica que su máxima pretensión era el reconocimiento de la misma en las esferas internacionales (sobre todo europeas) y la entrada del viejo continente en la guerra, lo que alargaría el conflicto hasta dejar exhausto a la Unión. La Unión conociendo que los recursos industriales del Sur dependían de ella y de Europa, resolvió a la puesta en marcha del bloqueo para ver cuanto tiempo podía resistir. A pesar del bloqueo el Sur poseía importantes puertos y brazos de mar, que lo dificultaba, de ahí que la guerra durara cuatro años. El Sur creía posible mediante una guerra defensiva legitimarse como Estado, ¿acaso no lo hicieron 13 colonias frente al poderoso Imperio Británico?
Al estallar la Guerra, había menos de 200.000 fusiles en manos confederadas, además el resto de maquinaria de Guerra procedía del saqueo de los fuertes militares federales. Pero en el Sur apenas existía una fabrica capaz de crear y sustituir nuevo material para la guerra. El 97% de las industrias armentísticas se encontraban en el Norte. El Norte era superior en hombres, dinero, ferrocarriles, potencial industrial y militar, de este modo los Estados Confederados debían contar con los 4 puertos libres del bloqueo para suministrarse de material bélico.
La defensa del Sur, se centro en dos puntos básicos: en Tennessee, por el Oeste, pues era vital para las líneas férreas del Sur (Chattanooga – Atlanta – Savannah) y la defensa de la capital Richmond, que desde finales de mayo se había trasladado de Montgomery (Alabama) a la Capital de Virginia. Esta táctica ofensivo defensiva salvaguardaría al Sur, desgastando al Norte. Los confederados también tenían sus diferencias en torno a qué estrategia aplicar. Davis era partidario de una guerra defensiva prolongada que desgastara al norte, mientras que parte de sus asesores recomendaban una rápida ofensiva que impidiera al norte movilizar su superior contingente humano y bienes materiales, conscientes de que cuanto más se prolongara la guerra, menos oportunidades tenía el Sur de ganarla.
Otro problema que se planteaba en el Sur estaba precisamente en su génesis, pues se había constituido como Confederación, tomaba como norma el derecho de cada Estado. La Confederación del Sur por tanto adolecía de demasiado localismo. Existía un nacionalismo del Sur, pero más como forma de vida que como creación Estatal. Jefferson Davis por tanto se vio prisionero de su propia política según la cual cada Estado disponía el derecho a dirigir su propio destino, política incapaz de conseguir un esfuerzo común. Lincoln en cambio dirigió su esfuerzo a mantener la Unión, no sólo conseguir que los secesionados volvieran, sino en mantener a los restantes unidos en la causa común de la Guerra. Esto explicará los poderes extraordinarios que toma tras el inicio del conflicto (Como la suspensión del sacrosanto derecho de Habeas Corpus, instituido en Inglaterra tras la “gloriosa” Revolución de 1689) con el fin de mantener a los estados fronterizos dentro de la Unión. Durante 1861 el Norte obtuvo algunos éxitos clave para asegurar los estados fronterizos de Maryland, Delaware, Kentucky y Missouri, donde prevalecía el sentimiento unionista, si bien los secesionistas eran también bastante fuertes. La importancia de Maryland radicaba en su proximidad a Washington y en la ubicación de Baltimore como punto de enlace del ferrocarril con el Medio Oeste. Kentucky y Missouri eran importantes para la estrategia bélica del norte porque controlaban los puntos de aproximación a los valles de los ríos Mississippi, Tennessee y Cumberland, por los cuales las fuerzas de la Unión podían introducir la contienda en el corazón mismo de la Confederación.
Los soldados del Sur, campesinos en su mayoría, optaron por la guerra de guerrillas al igual que en la Guerra de Independencia lo hicieron sus abuelos, además estos soldados contaban con la ventaja de luchar sobre su terreno. Los sureños estaban luchando por todo lo que los hombres amaban: libertad y autogobierno, hogar y casa. La derrota sería para ellos el fin de su modelo de vida. Un dato curioso de los soldados Confederados, era su falta de disciplina y la frecuente deserción que se producía en sus filas. Era más bien el soldado-granjero-guerrillero, pues después de visitar su hogar volvía a filas. Sin duda este hecho motivaría el retraso en los planes de algunos generales del Sur. Los soldados del Norte luchaban sólo por mantener el supremo ideal de la Unión, para muchos de ellos, la lucha contra la esclavitud era un ideal secundario; Cuando la guerra se dilató en el tiempo la Unión tuvo que contar con los inmigrantes recién llegados (algunas unidades estaban constituidas enteramente por alemanes o irlandeses), y vieron en la Guerra una forma de ganar dinero e insertarse rápidamente en la sociedad del nuevo mundo, pero no sólo la soldadesca también parte de la oficialidad. Como eran inexpertos en su mayoría, éstos recibieron una férrea disciplina táctica, buscaban la lucha a la Europea, en grandes campos abiertos. Los dos ejércitos eran similares en cuanto a capacidad combativa. Si los confederados ganaron más batallas, se debió a la superioridad de sus mandos, al factor táctico. Pero el Norte ganó la guerra, lo que se debió al factor estratégico. En resumen, el Sur, aunque menos militar, era más combativo y estaba libre de minucias; por lo tanto, el soldado confederado se adaptaba mejor a las condiciones variables, mientras que el federal trataba de superar las dificultades ciñéndose a la instrucción. La Confederación disfrutó de cierta ventaja al desarrollar operaciones defensivas en terreno conocido. Por contra, el norte necesitaba atacar enfrente abierto y soportar enormes gastos en comunicaciones y suministros, por lo que todo presagiaba que su estrategia exigía una marcha directa por tierra sobre Richmond (en Virginia) la capital de la Confederación, para poner un rápido final a la guerra.
En la preparación de la Guerra el Sur contaba con ventajas, pues la mayor parte de la oficialidad del ejercito de Estados Unidos era procedente del sur, tan sólo Windfield Scott, George Thomas y Davis G. Farragut se mantuvieron fieles a la Unión. La épica de la guerra siempre recordará a Lee, los dos Johnston, Beauregard, “JEB” Stuart, A. P. Hill “Stonewall” Jackson y D. H. Hill como los grandes generales del Sur. El norte sólo pudo sacar a U. S. Grant, Sherman y Sheridan y ya al final de la guerra.
Al principio ambos contendientes debieron contar con voluntarios, pues como en todas las guerras se piensa que sólo es cosa de pocos meses. Los voluntarios en el Norte se organizaban sobre la base de milicias estatales. Otro sistema era que un individuo se comprometía a cambio del mando a crear una unidad de voluntarios, un regimiento, una vez formado y equipado se le enviaba a un campo de preparación quedando tal regimiento bajo la dirección del Ejercito federal. La Confederación contó con un sistema similar de voluntarios. El problema del Sur era el excesivo número de oficiales sobre el de los soldados. Al año de la guerra se tuvo que recurrir al reclutamiento. El Sur que pidió voluntarios para un año, temió la desbandada de sus tropas, así que emitió la ley de reclutamiento del 14 de abril de 1862. La Unión esperó a 1863, pero la ley de Conscripción de los Estados Unidos que movilizaba hombres entre los 20 y 45, fue más corrupta. Por esta ley cada Estado tenía una cuota de soldados que debía integrarse a filas, si un Estado (en concreto distritos) cumplía su cuota con voluntarios, no había entonces que recurrir al reclutamiento forzoso. Para evitarlo, los estados, distritos y ayuntamientos recaudaron fondos para inducir a los voluntarios a alistarse con la promesa de una recompensa generosa. Sin embargo, esta practica dio origen a los salta recompensas, hombres que se alistaban, desertaban y se volvían a alistar en otro distrito bajo otro nombre. Cada vez que se imponía un reclutamiento, los jóvenes ricos podían librarse pagando, o proclamar su inmunidad para el resto de la guerra proporcionando un sustituto que luchará por él. Estas medidas causaron graves disturbios en algunos Estados, sobre todo en Nueva York (13 de Julio de 1863)
Simultáneamente al decreto de bloqueo (19 de Abril de 1861) convocó el aislamiento de 75.000 voluntarios por tres meses, en contra de la opinión del Comandante Militar de la Unión Windfield Scott, pues según él debía convocar a 300.000 por un espacio de dos a tres años. Lincoln desconocía la capacidad del Sur y pensaba que la Guerra apenas duraría una batalla. Además el Presidente tampoco evaluó su estrategia denominada “Plan Anaconda” que consistía en conquistar Nueva Orleáns por medio de una expedición naval y militar conjunta así como bloquear todos los puertos del Sur; y segundo, formar dos grandes ejércitos, uno de los cuales descendería el Mississippi, dejando a los Estados Confederados occidentales aislados de los orientales, mientras que el otro amenazaba Richmond, conteniendo así al grueso de las fuerzas confederadas de Virginia.

LA GUERRA CIVIL

Causas de la guerra civil
Los Estados Unidos de América apenas llevaban “unidos” poco más de ochenta años cuando la nación fue sacudida por la Guerra Civil. Una nación donde se fraguaban dos sociedades, cada una con modelos sociales, políticos y económicos distintos. Una nación que en 4 décadas había visto multiplicarse varias veces su territorio, la compra de Luisiana a Francia, Florida a España, la anexión de Texas y la posterior guerra con México (1846-1848) De este modo en el espacio de una generación, había nacido un enorme pero aún vació imperio, y conforme se expansionaba también fue adquiriendo mayores proporciones el problema de impedir que las fricciones y conflictos internos la deshicieran. El ambiente político de los Estados del Norte y del Sur había quedado moldeado por el interés del Segundo en sus plantaciones y en la conservación de la esclavitud, mientras el primero se inclinaba hacia el comercio, la navegación y los intereses financieros; de un lado se encontraban los agricultores deudores, y por otro los capitalistas acreedores. Después de la Independencia, los primeros fueron representados por el partido demócrata de Thomas Jefferson y los últimos por los federalistas (más tarde republicanos) bajo Alexander Hamilton.
El factor principal de futuras disensiones entre Norte y Sur fue la impotencia política de la Constitución bajo la cual se gobernaban los Estados. Era un instrumento ideado para controlar las diversas posiciones de cada Estado, pero inadecuado para sostener la solidaridad de un país en continuo crecimiento. La Constitución había derogado a los artículos de la Confederación de 1777. El Congreso de Filadelfia de 1787 trataba de resolver los problemas a los que se enfrentaba el nuevo Estado, deuda, conflictos comerciales interestatales, levantamiento social,… La creación de la nueva Constitución fue fundamentada en los principios del federalismo como propugnaba Alexander Hamilton, (Dos cámaras, regulación del comercio, capacidad de implantar impuestos, pagar deudas y constitución de un ejército para la defensa de la joven nación) aunque el nuevo país estaba compuesto en su mayoría por pequeños granjeros propietarios, celosos de su independencia estatal, con lo cual el pragmatismo con el que estaba elaborada la Carta Magna, dejaba muchos cabos sueltos. La interpretación de la Constitución por ambos bandos fue justificación de las agresiones mutuas. El Sur por ejemplo defendía su libertad a seguir con su modo de vida. También está el caso comercial. La Constitución garantizaba no poner impuestos de exportación, pero qué pasará cuando el Norte quiera proteger su industria imponiendo aranceles.
Las Guerras Napoleónicas habían dejado aislado al nuevo país, con lo cual éste se vio obligado a desarrollar una política económica propia. El Sur fundamentalmente agrícola con cultivos de tabaco, caña de azúcar y sobre todo algodón, a raíz del invento de Eli Whitney de la máquina desmontadora de algodón que transformó el comercio de dicho producto. El Norte por otro lado incentivó su desarrollo industrial, así no tenía que depender de la antigua metrópoli, además de desarrollar un tejido comercial, sobre todo en la zona de Nueva Inglaterra. Así nace la polarización económica.
En el Norte, los aranceles tenían como finalidad esencial proteger a las jóvenes industrias de su anulación por los competidores europeos, pero para el Sur principal foco algodonero del mundo estos aranceles suponían una traba. Estas diferencias surgieron pronto con una demanda de separación sobre todo a raíz del “Arancel de las Abominaciones” de enero de 1828 cuando los buques del puerto de Charleston pusieron sus banderas a media asta. Aquel mismo año, Georgia dirigió un largo memorial a los estados antiarancelistas, al año siguiente Mississippi recomendó la resistencia y Virginia resolvió que el arancel debía de ser rechazado. En 1832, el Congreso eliminó los impuestos de una larga lista de importaciones, pero ello sólo contribuyó al malestar. Carolina del Sur convocó una convención del estado en la que la ley de Arancel de 1828 (que protegía la producción lanera del norte) y la enmienda de 1832 quedaran nulas y sin valor. Pronto se llegó a un compromiso terminando con la lucha por los derechos estatales.
La producción agraria del sur estaba sostenida por el trabajo de los esclavos. Se establece que en el Sur habitarían de 3 a 4 millones de esclavos. La cuestión de la esclavitud fue otra de las causas claves del conflicto. Entre 1781 y 1804 la esclavitud quedó abolida en el norte y hacia 1819, de los veintidós Estados existentes, once eran esclavistas y los restantes libres. Los conflictos se iniciaron cuando aquel mismo año la ley de admisión de Missouri fue presentada a la Cámara de Representantes, pero como estado esclavista, con lo cual la paridad norte-sur quedaría alterada. Se llegó a una solución de compromiso, Compromiso de Missouri: donde el nuevo Estado quedaría admitido como estado esclavista, conservándose el equilibrio al admitir al mismo tiempo a Maine como estado libre. Y estableciendo la línea divisoria de 36º 30’ entre estados esclavistas y no esclavistas. John Quincy Adams añadió al respecto:
“Tengo la seguridad de que el actual problema es sólo prefacio o pagina primera de un trágico y grandioso relato aún por escribir”
Las posturas morales, de base religiosa, hicieron crecer en el Norte un fuerte sentimiento abolicionista, que pedía el freno a la extensión de la esclavitud y también la abolición de la misma. La base política de estos abolicionistas será la del partido whig, posteriormente origen del partido Republicano. En 1829 el negro David Walker publicó un folleto titulado Walker´s Appeal o Llamamiento de Walker, en el que ensalzaba la valentía de los negros y los instaba a la revuelta. Un levantamiento de esclavos en Virginia se atribuyó a dicho folleto y a los abolicionistas de Boston guiados por William Lloyd Garrison. Pese a que los abolicionistas fueron reprimidos, una continua propaganda literaria ( Harriet Beecher Stowe y su “La Cabaña del tío Tom”) y política contribuyeron a la divergencia entre los Estados.
La Guerra con México, que arrebató al país azteca la mitad de su territorio, consiguió para los Estados Unidos, los territorios de California y Nuevo México. El hallazgo de oro motivó la rápida colonización de la Costa Pacífica y con ello la solicitud de California de inclusión en la Unión. El Sur se opuso porque alteraba el equilibrio senatorial entre Estados Libres y Esclavistas. Tras una serie de debates en 1850 se llegó a un compromiso que permitió la admisión de California como estado libre y la organización de dos nuevos territorios —Utah y Nuevo México— resultantes de las tierras conquistadas en la guerra, aplicándose el principio de soberanía popular, por el que las cámaras legislativas territoriales decidieran de forma autónoma su posición con respecto a la esclavitud cuando se integraran como estados de la Unión. De este modo se llegó a que, mientras económica y demográficamente, el Sur permanecía siempre igual, el Norte continuaba expansionándose porque la conquista del Oeste, permitía al primero desplazarse fácilmente por aquellas tierras. De ahí la pretensión del Sur de realizar la unión ferroviaria del territorio por la ruta del sur.
El tema de la expansión de la esclavitud volvió a estallar en 1854, cuando el senador de Illinois Stephen A. Douglas consiguió la aprobación de un proyecto de ley que establecía dos nuevos territorios (Kansas y Nebraska), aplicando en ambos el principio de la soberanía popular. El Acta de Kansas-Nebraska invalidó el Compromiso de Missouri. El primer resultado palpable de la Ley Kansas-Nebraska fue la creación de un partido antiesclavista, que resolvió oponerse a la extensión de la esclavitud, sus miembros decidieron llamarse “republicanos”. Los republicanos abarcaban diversos elementos: radicales enemigos de la esclavitud, como Sumner; antiguos whigs, muchos de ellos conservadores; demócratas de “suelos libres”, como Chase y Lyman Trumbull; y “no-sé-nada” insatisfechos.
En la década de 1850, el cambio económico tuvo una repercusión enorme sobre los acontecimientos políticos. Cada vez más, las líneas de fuerza de la economía se desplazaban sobre un eje Este-Oeste, y no Oeste-Sur. Floreció el comercio del Mississippi; el ferrocarril central de Illinois unió al Sur con el Noroeste, y el algodón siguió desempeñando un papel significativo en el comercio Norte-Sur. Pero el algodón ya no era el rey. El nordeste producía los alimentos para el granjero del Oeste. Y el noroeste ya no dependía tanto del Sur.
En el nuevo territorio de Kansas se precipitó un conflicto por motivos de la esclavitud que sin duda fue uno de los alicientes de la Guerra. En las elecciones para la legislatura territorial de marzo de 1855 se produjeron enfrentamientos entre grupos esclavistas procedentes de Mississippi y abolicionistas. Se sabotearon las elecciones haciendo de Kansas un estado esclavista. Los abolicionistas crearon un gobierno paralelo motivando que el estado de Kansas tuviera dos gobiernos paralelos. Así la colonización del nuevo territorio se mostró violenta, luchando entre sí facciones esclavistas y abolicionistas. Pero la violencia no sólo era propia de los colonos en Kansas, en el Senado un representante de Carolina del Sur golpeó al senador Sumner abolicionista convencido.
En 1859 había más Estados Libres que Esclavistas en ambas cámaras del Congreso, inclinado el equilibrio de poder a favor del Norte.
Las protestas del Sur eran cada vez más airadas y más cuando veían que el poder político en el Congreso se les estaba escapando. Cada año miles de emigrantes acudían a los Estados Unidos. Les importaba poco la política y sólo procuraban ganar dinero. Los ferrocarriles avanzaban día tras día, además en 1844 comienza la instalación del telégrafo Morse. El Sur no sólo no crecía, sino que sus estados se iban debilitando a causa de los muchos ciudadanos que emigraban al Norte y al Oeste. La cada vez mayor población del Norte exige garantías fiscales, comerciales, y en general de apertura económica que dañaban al Sur El Sur, sin embargo, consideraba tales medidas discriminatorias, creyendo que favorecían los intereses comerciales del norte, y pensaba que era intolerable la agitación antiesclavista que se desarrollaba en varios estados, muchos de los cuales, por ejemplo, aprobaron leyes de libertad personal en un esfuerzo por contrarrestar el reforzamiento de las leyes de esclavos fugitivos, lo cual vulneraba la Constitución. Los sureños también estaban preocupados por la frecuencia con la que obtenían cargos electivos los free soilers, políticos que propugnaban la no-admisión de estados esclavistas en la Unión.
El presidente demócrata James Buchanan (1857-1861) pidió al Congreso que admitiera a Kansas en la Unión como estado esclavista, una propuesta que ofendió a los norteños; además el Tribunal Supremo dictaminó el 7 de marzo de 1857 en el caso Dred Scott, donde el Tribunal Supremo rechazó el caso de un esclavo contra su amo, en un juicio que conmocionó los sentimientos nordistas, que “la Constitución de Estados Unidos no daba autoridad al Congreso para prohibir la esclavitud en los territorios”, y según la misma “los esclavos no tenían ningún derecho según la misma”. La división se hizo más profunda en 1857, la depresión económica golpeó con fuerza al Norte, dejando intactos a los estados algodoneros. Esto les hizo pensar que su economía basada en la esclavitud era superior.
Dos años después, el 16 de octubre de 1859, John Brown, acérrimo opositor a la esclavitud, atacó el arsenal federal de Harpes Ferry para organizar una rebelión general de esclavos. Ese ataque, unido a la condena norteña de la decisión tomada en el caso Dred Scott, acabó por convencer a los sureños de su creciente inseguridad dentro de la Unión. Se trataba de una amenaza que no podía ser ignorada, y en ambos bandos se alzaron muchas voces para disolver la Unión, de forma que Norte y Sur siguieran caminos separados.

El Estallido del Conflicto: La Secesión de la Unión no sólo era una idea y un rumor, pronto se llevará a cabo. Los derechos estatales del Sur, eran más importantes que las leyes Federales. Será después de las elecciones presidenciales de 1860, en las mismas, la división en las filas del Partido Demócrata dio como resultado la candidatura por parte del ala sureña de John Breckinridge, de Kentucky, y por parte del ala norteña de Stephen Douglas. Los demócratas del Sur vieron en la Ley Kansas-Nebraska un engaño por parte de Douglas, que había apostado por la soberanía popular. El recién constituido Partido de la Unión Constitucional, que reflejaba el sentimiento de concesión aún arraigado en los estados fronterizos, nominó a John Bell, de Tennessee. Era una composición de viejos whigs, “no-sé-nada” y moderados del norte y sur. No apoyaban otros principios que la Constitución, la Unión y la aplicación de leyes. Este intento de fundar un partido de consenso que trataba de solucionar el problema de la esclavitud con el dialogo, llegó demasiado tarde. Los republicanos eligieron a Abraham Lincoln, en una campaña en la que se oponían a la expansión de la esclavitud y apoyaban una tarifa proteccionista, subsidios federales para mejoras internas y una ley de residencia. Los demócratas secesionistas aseguraron prácticamente la elección de Lincoln y esto a su vez convenció a los sureños que tenían que hacer un esfuerzo para lograr la independencia en lugar de quedar aislados políticamente. En Diciembre tras la elección del candidato republicano, considerado antiesclavista y defensor del Norte. Un abogado que tenía un pesado lastre, como era la condena a la Guerra con México y que se había opuesto desde su puesto en el Congreso a la esclavitud. La propaganda del Sur le tachaba como “Honest Ape”. Carolina del Sur se escindió de la Unión el 20 de diciembre de 1860 le siguieron Mississippi, Florida, Alabama, Georgia y Luisiana.
A principios de Febrero de 1861 en Montgomery, Alabama, los representantes de los estados secesionados se reunieron para crear una nueva nación, los estados Confederados de América. La Constitución provisional adoptada era similar en líneas generales a la de los Estados Unidos, pero permitía la esclavitud, prohibía el comercio de esclavos con África, aunque permitía la Trata entre los Estados. Los Estados del Sur se separaban, según ellos, por los agravios que el Norte producía entorno a la cuestión de la esclavitud. La historiografía posterior ha considerado la Secesión como un error, pues sureños y demócratas unidos, tenían mayoría en ambas cámaras, con lo cual Lincoln no podía hacer nada sin el consentimiento del Congreso, entre ellas la principal la esclavitud.
Buchanan tenía tanto poder para defender la propiedad federal y gravar con impuestos federales a los Estados que obstruían la ley federal, pero simplemente se limitó a regañarles. Entre tanto la deserción de funcionarios federales a filas secesionistas estaban dejando vacío el entorno político de Washington.
La guerra era evitable, si Lincoln simplemente hubiera aceptado la Secesión y se hubiera contentado por ellos. Pero la cohabitación de ambas naciones hubiera sido imposible. ¿Qué hubiera pasado con los esclavos fugitivos? Sí la Unión reconociera el derecho de la Secesión, ¿qué pasaría en el futuro con otros Estados descontentos? Los intentos de conciliación en la “Comisión de paz o de la concordia” fracasaron, incluso hubo condiciones por parte republicana, como aceptar a Nuevo México como Estado esclavista.
El hombre elegido para liderar la Confederación será Jefferson Davis, antiguo Secretario de Guerra. Un mes más tarde, Texas se unía a los secesionistas. Más por deseo de defensa de los estados secesionados que de atacar al Norte, Davis llama a filas, pidiendo una leva de 100.000 voluntarios. Como parte del plan de defensa, la Confederación se apoderó de los arsenales federales, las instalaciones militares, oficinas postales y de aduanas dentro del Sur. Desde el punto de vista del Sur, la jurisdicción de esos lugares pasaba, con la secesión, a los estados, y su retención por parte del gobierno federal equivalía a un acto de guerra.
Fuerte Sumter en la bahía de Charleston no se rindió a los hombres del Sur. Cuando Lincoln anunció su intención de enviar refuerzos, los Confederados comprendieron que debían utilizar la fuerza. A las 4.30 de la madrugada, del día 12 de Abril un cañón sudista disparó el primer tiro de la Guerra Civil Americana. La Confederación fue la agresora, como Lincoln pretendía. Como había dicho en su discurso de posesión, ahora tenía justificación para llamar a la movilización de voluntarios:
“…En vuestras manos, mis descontentos paisanos, y no en las mías, descansa la posibilidad trascendental de una guerra civil. No puede existir conflicto sin que vosotros seáis los agresores…]”
Esta medida motivo que estados indecisos como Arkansas, Carolina del Norte, Tennessee, y Virginia optaran por su inclusión en la Confederación. Pero no todos los estados esclavistas formaron parte de la Confederación, así nos encontramos los llamados fronterizos: Maryland, Kentucky y Missouri, que se mantuvieron en la Unión, así como una parte de Virginia (Occidental) que se desligó de Virginia para mantener su lealtad a Washington. La votación por la secesión de Virginia supuso una victoria pírrica por parte de los secesionistas. Los condados occidentales fueron votantes mayoritarios de Bell, de ahí que apostaran por permanecer en la Unión. Formaron un gobierno provisional y en 1863 fueron admitidos en la Unión como el nuevo estado de Virginia Occidental.
En algunos Estados todavía indecisos se vivieron escenas de guerra civil interestatal para posicionarse de un bando u otro. Como fue el caso de Missouri y California. En el estado del Pacífico hubo luchas armadas entre ambos bandos, al final la victoria fue para los Unionistas. De todas formas California era un Estado lejano para ayudar a la Unión, sí bien su ayuda pecuniaria fue muy estimada.

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